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Conoce el almacén más grande de la historia, la bóveda del fin del mundo

Noruega ha construido un banco genético de semillas gratuito para que cualquier país del mundo pueda depositar en él, una 'copia de seguridad' de sus variedades locales.

Desde sus inicios, el ser humano ha demostrado tener un gran poder destructivo. Muchos dicen que es parte de nuestra naturaleza y otros aseguran que sólo representa a una pequeña parte de la población. Podría aceptar esto último de no ser por la cantidad de involucrados en las guerras del siglo pasado.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. y la Unión Soviética para demostrar su poderío, desarrollaron armas de destrucción masiva que, de ser usadas, habrían provocado el fin de la raza humana y de todo lo que conocemos.

Entonces, ¿qué ocurriría si se desatara una tercera guerra mundial, y armas nucleares y químicas destruyeran la naturaleza, la vida humana, los alimentos y las especies animales? Afortunadamente, Noruega desarrolló un proyecto que podría salvarnos. Es el arca de Noé de las semillas y se conoce popularmente como la Bóveda del Fin del Mundo.

Este almacén es el bando de semillas más grande del mundo, fue creado para proteger la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento. El Banco Mundial de Semillas de Svalbard está situado cerca de Longyearbyen en el archipiélago noruego de Svalbard. Se construyó a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca en la isla de Spitsbergen.


La construcción de la bóveda costó aproximadamente 9 millones de dólares y fue auspiciada enteramente por Noruega. Los costos operacionales fueron pagados por Global Crop Diversity Trust, siendo principales auspiciadores de la iniciativa diversas fundaciones y países, como la Fundación Bill y Melinda Gates, Gran Bretaña y Australia. Las obras iniciaron en marzo de 2007 y culminaron en 2008. Fue inaugurado el 28 de febrero de ese mismo año con 100 millones de semillas procedentes de un centenar de países de todo el mundo.

La bóveda está dividida en tres almacenes con capacidad para 2.000 millones de semillas, que sólo serán extraídas en caso de que las reservas mundiales se hayan agotado o se destruyan. Las semillas son conservadas a 18° bajo cero en cajas de aluminio cerradas herméticamente, lo que garantiza una baja actividad metabólica y un perfecto estado de conservación durante siglos.

La bóveda es impermeable a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la crecida del nivel del mar. En caso de fallo eléctrico, el permafrost (capa de hielo permanentemente congelada) del exterior actuará como refrigerante natural. Todo esto convierte al Banco Mundial de Semillas de Svalbard en el almacén más grande del mundo y uno de los proyectos post apocalípticos más impresionantes de los últimos tiempos. 


El objetivo, según ha dicho el principal responsable, Cary Fowler, es proteger las reservas en caso de eventos temporales o conflictos armados, como una Tercera Guerra Mundial. Es por ello que la bóveda del fin del mundo fue clasificada por la revista Time como el sexto mejor invento en 2008 y en 2009 obtuvo el premio Norwegian Lighting.

¿Qué opinas sobre la Bóveda del Fin del mundo? ¿Crees que pueda proteger las especies vegetales en caso de extinción? Déjanos tu comentario.


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